Parece tener la determinación de un monje guerrero. Paulo Dybala, quien volvió a Italia con el equipo en la noche de Roma tras la concentración en Portugal, decidió no irse a dormir a un hotel, sino quedarse en Trigoria, a pesar de tener el día libre como todo el mundo según cuenta La Gazzetta dello Sport.
La sensación es que el argentino, que continúa el camino para estar en forma y por el momento hecho casi exclusivamente de entrenamiento personalizado, no puede esperar a estar en las mejores condiciones para ponerse a disposición de José Mourinho.
En las redes también fue protagonista el argentino junto a Daniele De Rossi, quien ayer cumplió 39 años. El excapitán, respondiendo a las felicitaciones de la Roma, pidió (a cambio de una tarifa) «unas veinte camisetas de Dybala» porque él también estaba asediado por las solicitudes.
Enterado de lo sucedido, el atacante ex del Palermo se puso en contacto con De Rossi para desearle buenos deseos. Mientras tanto, es probable que Mourinho haga debutar a Paulo el sábado ante el Tottenham. Y no ante el Ascoli este miércoles.