Desde hace unos días, los agentes de Dybala están en Italia esperando una reunión con Pinto para discutir el contrato del argentino.
Antun a la cabeza, deberían encontrar en las próximas horas a Tiago Pinto, que aún no se ha marchado a Portugal precisamente porque está sumido en temas de mercado: trabaja en la llegada del nuevo delantero centro, sí, pero también en la renovación del contrato de Dybala. A día de hoy, gracias a las bonificaciones cobradas en su primera temporada en la Roma ligadas a minutos, goles y asistencias, Paulino gana alrededor de 6 millones netos. Ese paso ya está garantizado de aquí a 2025. Con este ajuste ya se ha enarbolado al nivel de los compañeros mejor pagados, es decir Pellegrini y Abraham. Pero la Roma está dispuesta a hacer un esfuerzo más para verle sonreír aún más: mejorando los pluses individuales, que serían más fáciles de conseguir, y aumentando también la parte fija del salario cuenta este lunes Corriere dello Sport.
Dybala se convertirá así en un símbolo del club. Dentro y fuera de la cancha. A cambio del sacrificio económico, la Roma pedirá insertar una cláusula de rescisión superior o incluso eliminarla del contrato, que podría prorrogarse hasta 2026. Un año más que Joya.
En este sentido, los Friedkins no presentarán ningún reparo porque han entendido que con Dybala, como dijo Mourinho desde los primeros días, será más fácil volver a la Champions y alimentar así el círculo vicioso de los ingresos. A pesar de las roturas y las lesiones, el único campeón del equipo no se puede dar por vencido.