En las próximas horas Paulo Dybala debería dar la respuesta definitiva al Al-Qadisiyah, un club árabe dispuesto a cubrirlo de oro pagándole 75 millones en tres años, primas y premios incluidos.
Una cifra que ningún club italiano o europeo podría garantizarle, aunque el precio a pagar es desaparecer definitivamente del radar de la selección y acabar su carrera en una liga nada competitiva. Pero asta este preciso momento, lunes 19 de agosto, el argentino aún no ha dado una respuesta definitiva a la oferta verbal del club saudí asegura el siempre fiable Gianluca Di Marzio en su portal web.
El partir desde el banquillo ante el Cagliari demuestra que Dybala esta viviendo días de reflexión y por lo tanto ni club ni jugador desean arriesgar con una posible negociacion oficial por abrirse. En este momento es un poco más probable que el campeón del mundo termine saliendo de la capital, pero en cualquier caso este lunes no fue el día decisivo para su futuro como se había dicho.