Menos uno. Finales de febrero y último desafío «fácil» del calendario giallorossi. El mes de la verdad llegará con marzo, entre el campeonato -con el partido ante la Juventus y el derby- y los octavos de final de la Europa League.
Mañana a las 18.30 horas (Italia) la Roma saltara al campo en Cremona en busca de una victoria fundamental de cara a la Champions League. Con los tres puntos, los giallorossi igualarían al Inter en la segunda plaza -derrotado ayer en Bolonia-. Pero la Cremonese solo tiene los contornos de un último lugar en la clasificación con cero victorias en su haber. Los chicos de Mourinho con los Grigiorossi tienen una cuenta pendiente.
La derrota en la Copa de Italia aún arde y en Trigoria se alberga el deseo de venganza. Un partido a domicilio emocional que Mourinho sabe explotar mejor que nadie. Y en este fin de semana sin fútbol, la preparación del partido de mañana se ha centrado mucho en la cabeza de los jugadores cuenta Marco Juric en el diario La Reppublica. Poniendo en marcha ese modo tortuga muy apreciado por Mou. Nosotros somos uno contra el otro, el grupo y nadie más. O más simplemente la Roma contra todos. Un cultivo de ese sentido de pertenencia a los colores amarillo y rojo que ayer sumó un escalón más. Todo va de la mano, incluso celebrando la victoria en el derbi Sub 14 en el vestuario.
Bologna, derby y Abraham. Un domingo de buenas noticias que también llegaron desde la enfermería. Al delantero inglés le quitaron los puntos del párpado izquierdo y ayer se entrenó con sus compañeros sin mascarilla. Su presencia mañana en Cremona es cada vez más probable y no se descarta que pueda salir al campo sin máscara protectora.