“No estoy contento sólo por dos partidos que han ido bien. Tenemos mucho en lo que trabajar y mucho que mejorar» dijo don Claudio tras la victoria ante Braga. Con la cabeza gacha y pedaleando, Ranieri no mira las dos victorias contra Lecce y Braga, quiere apretar el acelerador para proyectarse inmediatamente en los encuentros ante Como, Samp en la Copa de Italia y luego Parma. Por eso, ayer, después de los esfuerzos de la tarde en Europa, quiso inmediatamente mantener alta la concentración. “Sin presionar pero demostrando que estás ahí”, dijo a su equipo durante la sesión entrenamiento, que fue ligero pero que aún así se afrontó con la máxima concentración.
Al fin y al cabo, el tiempo se acaba, mañana se juega contra los de Fábregas y el técnico quiere ver quién es mejor entre sus hombres para decidir qué equipo alinear. Aquí, la señal hoy vendrá sobre todo de Dybala, que convence en su insólito rol de delantero centro en sustitución de Dovbyk y aspira ahora al quinto partido consecutivo desde el primer minuto, algo que no ocurría desde enero de 2024, con la hazaña en las primeras carreras con De Rossi en el banquillo. Hay, sin embargo, una diferencia respecto a hace casi un año: entonces jugaba prácticamente noventa minutos por partido, para luego parar por un problema muscular, pero ahora Ranieri está manejando más al argentino, haciéndolo jugar incluso solo una mitad.
Entre hoy y mañana por la mañana entrenador y jugador conversarán para discutir y entender si existen las condiciones para verlo de regreso a los terrenos de juego asegura Jacopo Aliprandi en el Corriere dello Sport. También porque de momento Dovbyk todavía no parece listo ara regresar a la titularidad con los capitalinos. Sufre algunas molestias físicas, pero tampoco parece estar en su mejor momento anímicamente ya que lleva 41 días sin marcar un gol. Entonces, quién sabe, tal vez Ranieri también adopte con él el tratamiento que está revitalizando a Pellegrini: algunos partidos de descanso para recuperarse, recuperarse y luego empezar de nuevo.