El primer equipo profesional al que se enfrentó Dimitrios Keramitsis con la camiseta Giallorossi, el pasado 25 de agosto, fue la Salernitana, en el campo Ocres Moca de Villalba di Guidonia, en la Lazio Cup, que la Roma ganó, ante la representante de Serie D: categoría Sub 18, pero el equipo que ya no es de Lotito ese día creyó mejor presentarse con los chicos del 2005, es decir con la Sub 17, y perdió 8-0.
Apenas 5 meses después de ese paseo futbolístico, el defensa griego debutó en la Serie A, en el minuto cuatro del agregado del partido con el Cagliari: fue en la primera convocatoria con el primer equipo, que el sábado había comunicado tres incorporaciones a la numeración oficial en Liga, la 27 de Sergio Oliveira, la 74 de otro promoción del 2004, el español Oliveras (quien estuvo en el banquillo), y la 75 para él. El chico de Salónica llegó a Italia en 2020, de la mano del Empoli, equipo con el que llegó a Trigoria el 23 de mayo: y se exhibió en partido que terminó 3-0 para los toscanos, única derrota en casa del fortísimo grupo del 2004, que un mes después habría ganado el Scudetto, superando en la final al Genoa de Konko (que ayer estuvo al frente del primer equipo de Liguria en Serie A).
Ese día el número 4 de los toscanos causó una gran impresión en la directiva giallorossi, y quien pronto se sumarían al equipo Primavera del conjunto capitalino. Cuando llegó como rival a Trigoria, la Roma ya sabía que tenía un problema: Etienne Catena, el defensa más fuerte del 2004, no había querido firmar el primer contrato profesional. A los pocos días del Scudetto se fue, como agente libre, al Sporting de Lisboa, y la Roma centró su atención en Keramitsis, que a su vez estaba en negociación con el Empoli.
La Roma para hacerse con el talentoso jugador helenico envió al Empoli a dos jóvenes, Nicolò Evangelisti, capitán del grupo de 2003, también defensa central, pero había decidido no renovar el contrato, que vencía en 2022, sabiendo que De Rossi lo habría puesto en el campo sin problemas (ya tenía media docena de apariciones) pero, nunca lo hubiera considerado un titular fijo. El otro en hacer el viaje inverso fue Logrieco, que había llegado con muchas esperanzas tras el hundimiento del Bari, de la clase del 2005 de Campera, extremo ofensivo que había dejado casualmente al conjunto Toscano para ir a Trigoria dos años antes.
El ascenso dentro Trigoria ha sido meteórico, el ex del Empoli debería haber reforzado la plantilla de Giuseppe Scurto, siendo un central que se le da bien armar el juego, como él, pero que jugó allí solo unos meses: el derby del 17 de octubre, ganado por 3-1 a la Lazio, fue su cuarta y última presencia con la Sub 18. El 24 de octubre, justo ante el Empoli, debutó en el Primavera, siendo titular inmediatamente, tras un par de llamadas para completar el banquillo. Ni un mes después, con el parón de las selecciones, llegaron los primeros entrenamientos con el primer equipo. Y a Mourinho le impresionó favorablemente ese chico de más de un metro noventa, pero reactivo, rápido y bueno con los pies, acostumbrado a reiniciar la maniobra, tanto que le hizo debutar: segundo nacido en el 2004 que ve el campo en su gestión, y el primer central que sale al campo viniendo desde el Primavera, superando con todo el respeto a los demás con los que conforman el departamento, el central Filippo Tripi, que incluso con el portugués hizo la pretemporada, y estuvo varias veces en banquillo, y el senegalés Ndiayè, que estuvo a punto de entrar ante el Inter, pero quedándose en la banda cuando el árbitro pitó el final.
Keramitsis también asumió este riesgo, preparándose para entrar con la recuperación ampliamente iniciada: en el minuto 94, ocupando el lugar de Maitland-Niles, se convirtió en el jugador número 31 utilizado este año por Mourinho. Y el más joven, ya que tendrá que esperar hasta el 1 de julio para la mayoría de edad, aunque ya haya aprendido (además de un excelente italiano), lo que hay que decir en estos casos. «Fue un sueño hecho realidad – escribió en un post en Instagram – Estoy feliz por el debut y sobre todo por la victoria del equipo. Ahora trabajaré aún más para devolver la confianza del entrenador».