Diego Llorente está a punto de volver, esta vez con grandes probabilidades de que sea de manera permanente, a Trigoria. El español no se presentó para el inicio de la pretemporada del Leeds, se entrena solo y está a la espera de unirse a sus compañeros el próximo lunes para el inicio de la nueva temporada. Tiene unas ganas tan fuertes volver a la capital y para ello ha renunciado a algunas bonificaciones para favorecer el acuerdo total entre la Roma y el club inglés cuenta Corriere dello Sport.
Llorente llegará a Trigoria cedido con una obligación de compra, fijada en cinco millones, que se ejecutara si salta al campo en el 50% de los partidos de la temporada. El día en que Kumbulla anunció que se ha convertido en padre de Matilde pero sabe que no volverá a las canchas antes de 2024 y el día en que vuelven a sonar las sirenas inglesas para Ibañez pero con poca convicción, la Roma le ofrece a Mourinho un jugador fiable, serio y eficiente.
No sólo eso: Pinto pone a disposición del técnico un jugador que, en poco tiempo, se ha ganado la confianza de todos por su discreción y concentración, aspectos que le han convertido en un pilar en el vestuario. Mientras los jugadores disfrutan de los últimos días de vacaciones -Spinazzola estuvo ayer de paso por Roma, Mancini y Pellegrini están en Forte dei Marmi, Cristante voló a Ibiza-, Pinto se fue a Portugal pero no se descarta que también vuele a Londres.
Scamacca es la prioridad, el trato por Kristensen puede concretarse en las próximas horas. La Roma está trabajando en una cesión con derecho a compra, el jugador dio luz verde a la cesión prácticamente de inmediato, las relaciones con el Leeds -véase Llorente- son excelentes: los detalles están por archivarse, pero la intención es poner al defensa a disposición de Mourinho para el 10 de julio.
