Atención. Una palabra fundamental en esta primavera en casa Roma, que va desde la cancha hasta las oficinas financieras, escribe Marco Juric en el diario La Repubblica. Este domingo, no hay que subestimar a la Sampdoria si quiere seguir en la carrera por un puesto en la Champions League. Tras la derrota de ayer ante el Inter, el compromiso está lejos de ser una victoria, la que la Roma quiere lograr hoy, a pesar de la emergencia defensiva.
En Trigoria también se preste atención a las cuentas, un pensamiento fijo de los propietarios y la gestión Giallorossi. El desastroso balance llevó al club a tres renovaciones de contrato, todas preparatorias para bajar el costo de depreciación de las ficha de los jugadores.
Además de Cristante (2027), pagado por 30 millones de euros en 2018, el informe de comisiones de agentes de la FIGC también formalizó las renovaciones de Kumbulla (2027, pagado 29,5 millones) y Boer (2026). La Roma en 2022 redujo el gasto de comisiones a los agentes de jugadores en unos 5 millones, de hecho se han gastado 21,1 frente a los 26 que se llegaron a gastar en 2021 o los 28 de 2019 o 2020.
El restyling financiero sigue adelante, con la esperanza -deportiva- de que los próximos dos meses regalen un 4º puesto y un trofeo. Dando oxígeno a la necesidad de victorias e ingresos de todo el mundo Roma.