El Arsenal había identificado a Evan N’Dicka como el perfil ideal para reforzar la defensa, con el objetivo de añadir competencia a William Saliba y Gabriel Magalhães. Pero la respuesta del central marfileño fue tajante: no, gracias. El defensa ha dejado claro que quiere quedarse en la Roma, donde se ha consolidado como una de las figuras clave de la temporada que acaba de terminar.
De hecho, el marfileño ha sido una presencia habitual en la Roma de Claudio Ranieri, siendo titular en los 38 partidos de liga, contribuyendo al quinto puesto en la Serie A. Su importancia en la plantilla ha crecido exponencialmente, tanto que el club lo ha incluido entre los ocho jugadores considerados «insustituibles» para el verano: junto a él también están Svilar, Mancini, Koné, Dybala y Soulé. Según el diario Mirror, incluso si N’Dicka hubiera mostrado un interés mínimo en el traspaso, las negociaciones habrían sido complicadas: la Roma lo considera una referencia esencial y uno de los dos pilares de la defensa, junto con Gianluca Mancini.
Con la incertidumbre sobre la elección del nuevo entrenador tras la salida de Ranieri, el club quiere al menos afianzar sus posiciones sobre el terreno de juego. Y N’Dicka, por su parte, ha optado por la continuidad: a pesar de su ausencia en la Champions League, el defensa quiere quedarse en la capital para consolidar su rendimiento y seguir siendo protagonista. Una postura clara que habla de ambición, lealtad y ganas de crecer. La Roma aún puede contar con uno de sus pilares fijos.
