Totti marca un gol con la camiseta de la Roma y besa la tricolor cosida en el pecho. No es un cuento de hadas, ni un fotograma de la temporada 2001-02, sino que la historia se repite. Un círculo mágico que se cierra -de Totti a Totti, no es para todos- y que a la vez se abre, abriendo horizontes al futuro.
Y quién sabe si Cristian, el hijo mayor de Francesco, después de marcar el primer gol en la Sub 17 habrá pensado aunque sea por un momento en las muchas hazañas realizadas por su padre con su equipo favorito; seguro que soñaba con una tarde como la que vivió ayer en Trigoria, donde todos los hilos de la pasión de pertenecer parecen anudarse, uniendo las generaciones.
Cristian, con el dorsal 18 en su espalda, selló una nueva victoria contundente del equipo que dirige Ciaralli. El 6-0 ante Reggina, penúltima del Grupo C de la categoría, vale la calificación matemática de los capitalinos que son líderes a cuartos de final del torneo según Corriere dello Sport.