Dura derrota para la Roma que salió reducida del Dall’Ara por el Bologna. Sólo consiguió un punto en una semana entre Fiorentina y Bologna, dos competidores directos por ese puesto en Champions. La desastrosa derrota de ayer relega al equipo de Mourinho a la séptima plaza.
El Bologna ganó el partido en términos de juego, con supremacía en la posesión, siempre por delante en los segundos balones. La Roma no tuvo fuerzas para reaccionar. Tras el gol de Moro en la primera parte, el segundo gol llegó al inicio de la segunda parte con gol en propia puerta de Kristensen. Sin Lukaku y Dybala, los dos jugadores más talentosos, la Roma más «italiana» fue derrotada, con seis azzurri en el terreno de juego desde el principio, contra un solo jugador de campo italiano en el Bologna, el ex Calafiori.
Estos jugadores representan el núcleo del equipo actual, pero ayer no lograron causar impacto. Spinazzola fue sustituido tras una primera parte impresentable. Pellegrini, que habría tenido que aportar en ausencia de Dybala, todavía está lejos de su mejor condición. Ni siquiera Belotti aprovechó la oportunidad de volver a ser titular y desaprovechó una sensacional oportunidad. Esta vez ni siquiera la reacción del final ayudó, ni los cambios realizados por Mourinho cambiaron el sentido del partido.
La racha positiva de los Giallorossi en Serie A se ve interrumpida y cuando sólo quedan dos partidos por disputar en 2023, el balance no es positivo: la Roma es séptima, de momento, y se ve obligada a jugar los play-offs de la Europa League por no terminar primeros en una fase de clasificación de grupo en la que era la clara favorita. Los Giallorossi han sumado su novena derrota en sus últimos diecisiete partidos fuera de casa en la Serie A.
