Un viaje espacial. Que acabó entre las estrellas porque la Roma Sub 17 de Marco
Ciaralli -un joven técnico que se abrió camino en Trigoria, como segundo antes de hacerse cargo de un equipo- ganó el Scudetto demostrando ser de otro planeta en comparación con la competencia, principalmente Milan e Inter, los acorazados del norte.
Los chicos de la añada 2006 son únicos, quizás la categoría más esperada en planos superiores. Porque tiene jugadores con clase, rápidos, pequeños y técnicos; el nombre bajo los reflectores es el de Mannini, marca de la cantera de la Roma, pero también mucho físico con los varios Romano, Bah, Levak, Golic… y Plaia cuenta Corriere dello Sport.
Sin olvidar quizás el cambio más importante: por fin un delantero disponible, que lleva el nombre de Mlakar y que realmente no brilló ante el Milan. Focos sobre el 9 esloveno, que perdonó a los rossoneri en semifinales dejando el concurso abierto en el 1-0 , pero que no es uno que perdona mucho en la primera oportunidad útil. En definitiva, Ciaralli puede contar con una plantilla decididamente profunda, llena de intérpretes dúctiles y varias opciones.
La Roma se clasificó con todas las formaciones inferiores para la postemporada, confirmándose entre los grandes con Vincenzo Vergine al frente de los muchachos. El equipo Primavera y Sub 15 se quedaron en cuartos de final, el Sub 18 en semifinales. La Sub 17 se proclamó campeona de Italia, algo que la Sub 16 de Falsini podría hacer este lunes si logra vencer a la Fiorentina en la final en campo neutral en San Benedetto del Tronto. Los demás campeonatos, ya siendo parte de la historia, los ganaron el Sub 14 Regional y el Sub 13 Pro.
