La Roma se ha enredado nuevamente. La posición de Ivan Juric es esta vez más en riesgo y quizás en los próximos días deje su puesto al frente del equipo. De momento, sin embargo, el croata sigue siendo el técnico de los Giallorossi, aunque deslegitimado por los resultados, por la afición y por gran parte del equipo. «Nunca pensé en dimitir», dijo ayer Juric.
En consecuencia, si alguien quiere dar un paso al costado, tendrá que acudir a la caja de despidos. ¿Quién debería hacerlo? Los Friedkins se encuentran evidentemente en estos momentos en Nueva York, donde pasa sus vacaciones Daniele De Rossi, que todavía tiene contrato con la Roma y tenía previsto regresar a Roma el 4 de noviembre, pero evidentemente estaría encantado de adelantar su salida. El ex número dieciséis regresaría, al menos probablemente. Pero también le gustaría tener mayores garantías de «cobertura», y por eso también se habla de la figura de Claudio Ranieri como director técnico. Una pareja que el público agradecería bastante. Pero el nombre del ex entrenador del Cagliari sigue siendo bueno también para el banquillo, dada la situación en la clasificación y la profundidad humana reconocida por todos aseguran medios como la emisora radial ReteSport o el diario La Repubblica.
También están libres Roberto Mancini, Max Allegri, Maurizio Sarri y Edin Terzic agrega por su parte el diario Il Messagero. Todos técnicos que no aceptarían el papel de llevar el equipo hasta el final de la temporada, y quizás ni siquiera el de socorrista en fuga. Y por tanto les excluirían de la carrera como hicieron con Tuchel a mediados de septiembre. Un movimiento complicado teniendo en cuenta que el equipo respira el aire de precariedad del técnico y lo aprovecha bastante.
A los Friedkins, en cambio, les gustaría volver a cambiar en junio y por eso un nuevo capítulo de terror escrito por Mazzarri o Ballardini son opciones de espanto. Quizás la única solución sea realmente De Rossi, que tiene hambre de redención y quiere resaltar de manera importante el error de Friedkin. Sigamos conectados.