Este sábado, con un articulo exclusivo Ivan Zazzaroni, director del diario deportivo Corriere dello Sport asegura que a Dan Friedkin le hubiera gustado echarlo inmediatamente después del partido ante el Genoa. Sólo la intervención de Tiago Pinto consiguió evitar -al menos temporalmente- lo que puede considerarse una auténtica locura técnico-ambiental. Friedkin ya se habría puesto en contacto con el sustituto de Mourinho, sin que, al parecer, el propio Pinto lo supiera: el nombre de Hans-Dieter Flick, que a su vez fue despedido el 10 de septiembre por la Federación Alemana de Fútbol tras la dura derrota ante Japón, se filtró insistentemente de Alemania.
No hay ninguna razón técnica detrás del distanciamiento entre el presidente y el técnico. Los dos nunca han tenido desacuerdos. Incluso en términos numéricos, José es inexpugnable. La razón que lleva a Dan a tomar esta decisión sigue siendo un misterio. Mourinho sólo puede culparse de un error, dada la situación: no haberse marchado después de la final (robada) de Budapest, renunciando así a los 96 millones de dólares árabes. La promesa hecha primero al equipo, sobre el terreno de juego, luego a la afición (Roma-Spezia) y al propio Friedkin se ha vuelto en su contra.
Mientras tanto la Roma niega categóricamente que se este pensando en el despido de José Mourinho. Así lo informó la agencia de prensa ANSA tras la reciente noticia (definida como fake por el club) de una posible e inminente separación con el técnico portugués. El club aclara que el partido contra el Cagliari no será decisivo para el futuro del Special One y que los propietarios estadounidenses, en particular Dan Friedkin, no han tenido ningún contacto con Flick (nombre de Mourinho).
Una historia que representó un completo golpe para todo el entorno giallorossi ya plenamente proyectado de cara al delicado partido fuera de casa en la Unipol Domus contra los rossoblù del ex Ranieri. La Roma está llamada a dar continuidad a los últimos resultados obtenidos (victorias ante Frosinone y Servette) y lo hará siempre con el Special One en el banquillo.