La posición en la tabla no cambia, la Roma sí. En el Maradona no se freno la crisis, es difícil hacerlo ante un Napoli que vuelve a ser líder, con la nueva derrota (1-0), la quinta en los últimos seis partidos ligueros y la séptima de la temporada sumando la del Europa League: la cosecha es miserable y vergonzosa, 13 puntos en 13 partidos, por lo que se viaja a una media de un punto por partido y ese es el ritmo de los que luchan por no descender.
Ranieri, sin embargo, dejó inmediatamente su huella, a pesar de la derrota en su tercer debut en el banquillo giallorossi, enviando algunos mensajes al vestuario. Ha dejado claro que en su gestión no mirará a nadie a la cara. No puede permitírselo. Aquí, al cabo de un tiempo, renunció a Pellegrini y también a El Shaarawy. Dos de los lideres del vestuario afuera, como si nada hubiera pasado cuenta este lunes Corriere dello Sport.
Y ni siquiera un minuto concedido a Zalewski, que ha tenido espacio -y de sobra- con los últimos tres entrenadores de la Roma. Las sustituciones del Napoli, por tanto, fueron selectivas y ruidosas. Dirigiendo nuestra mirada hacia el futuro, que sería simplemente esta temporada hasta ahora desolada.