Zaniolo … ¿quién? Nicolò Zaniolo, sí. Se llama así. Juega en el Inter pero pocos lo conocen. Muy pocos. En 2018 la Roma lo ficho, pero la negociación nació un poco por… casualidad.
Un pescado frito, una copa de vino blanco: así cerró la Roma el gran hit que es Zaniolo hoy, todo sucedió en en el restaurante La Piccola Cucina de Marina Botafoch, restaurante italiano en la zona más sugerente, entre tiendas VIP y lujosos yates en el muelle, cuenta Gianluca Di Marzio, en su libro Gran Hotel Calciomercato.
Hablamos de los días finales del mes de junio del 2018, el director deportivo del Inter,Pietro Ausilio, estaba obligado a obtener todas las ganancias como sea posible para cumplir con las demandas de la UEFA, que es muy estricta en lo que respecta a las cuentas y el juego limpio financiero.
El Inter debía recaudar fondos y solo podía hacerlo vendiendo a las joyas del equipo Primavera, todas fueron puestos en una lista presentada a los clubes interesados, sin excepción de ninguno. La Sampdoria se interesó en uno entre Zaniolo, Vanheusden y Odgaard, el Genoa eligió a Valietti y Radu. Por el arquero rumano la Roma también pide información en la operación que debe llevar a Nainggolan al Inter, expresamente pedido por el técnico Spalletti. Es un fin de semana duro, no solo por el calor abrasador de la isla. Llega la llamada telefónica de la Sampdoria diciendo que se retira de la puja por los tres jugadores jóvenes, mientras Radu está convencido de elegir al Genoa y no a la Roma.
Para cerrar el fichaje de Radja por el Inter, quedan pocas contrapartes en la mesa que los Giallorossi pueden elegir, incluido Santon y, de hecho, Nicolò Zaniolo. Incluido en la negociación por necesidad, comprado por una coincidencia mágica. Monchi, que se lo lleva, lo vio jugar junto a su hijo una vez en el Tre Fontane en un Roma-Inter de chicos, con la mirada de los ojeadores toda centrada en el joven talento Nerazzurri Facundo Colidio. Pero «¿quién es ese número 10?», Sin dar sin embargo algún tipo de seguimiento a ese primera impresión. Termina ahí, apreciado por Monchi pero nada más. Hasta esa lista donde el apellido que comienza con una Z está marcado en rojo. De hecho, de color Giallorossi.
«¡Vamos a ficharlo!» valorado en 4,5 millones con un 10 por ciento de derecho de reventa futura. «¿Nos darán la opción de recompra a 15?» fue en vano el intento de Ausilio, que pierde un posible campeón en nombre del presupuesto y a cambio de un jugador ya hecho para intentar ganar de inmediato. La Roma dice que no, incluso aunque ninguno de los involucrados en la negociación se dan cuenta de inmediato del valor absoluto de Zaniolo. En Trigoria se estudio un camino de crecimiento para él, imaginando un préstamo para hacerlo jugar de forma continua: en el último día del mercado de fichajes, sin embargo, nadie lo quiere … solo algunos equipos de la Serie B incluido Palermo. «En la Serie B no, allí ni lo mandamos» decide Monchi. Quien, quince días después, durante un entrenamiento en Trigoria, se acerca al ex Lazio Giancarlo Marini, colaborador del entrenador Eusebio Di Francesco.
«¿Todo bien hoy? ¿Cómo está el equipo? » Silencio. Antes de la sentencia. «Estimado director deportivo, ha fichado en perspectiva al jugador más fuerte de la Serie A.» Monchi mira a su alrededor y busca la joya escondida. «Es Zaniolo …» le dice Marino, poco después Zanilo debutará en la Champions League con la Roma en el partido ante el Real Madrid, sorprenderá en la Selección, haciendo ver que es un fenómeno también en Liga. Y convertirse en uno de los talentos más reconocidos de fútbol italiano.
