Uno de los grandes problemas de la Roma en la temporada pasada fue la creación de acciones peligrosas a partir de tres cuartos. Esto pasó, especialmente, en la primera parte de la temporada. Mourinho encontró la solución poniendo a Henrikh Mkhitaryan en el medio del campo, en ese doble pivote acompañado de Bryan Cristante o Jordan Veretout.
El equipo necesitaba de una fuente creativa en la primera fase de la posesión que pudiera llevar el balón a los delanteros. Una conexión entre ambas parcelas del campo, algo en lo que Pellegrini fue fundamental. El capitán de la Roma, con un rol más atrasado en la segunda parte de la temporada tuvo un papel clave ante la falta de efectivos capaces de desempeñar ese rol.
Otro factor que cambió las cosas fue la explisión de Nicola Zalewski como titular. El polaco, mediapunta/extremo natural, tuvo que adaptarse en la banda. En esta posición su técnica y su creatividad fueron súper importantes para crear juego; Ejemplo de ello fue el gol de Zaniolo contra el Bodo o el de Pellegrini contra el Leicester. Muchísimas veces una solución muy utilizada fue la de confiar en la dominancia física y técnica de Zaniolo que bajaba hasta el medio del campo, para llevar el balón corriendo y regateando hasta llegar cerca del área adversaria. El 22 pagò este tipo de juego que cansa mucho con la precisión en los disparos y los números de el azzurro son bastante claros: solo 2 goles en campeonato.
Un jugador como Dybala podría permitir un cambio táctico importante a la Roma. El argentino tiene la costumbre de bajar su posición para crear juego. Esto permitirá a Pellegrini liberar un poco su posición, así la Roma ganaría otro mediocampista, y daría a Zaniolo la oportunidad de quedarse más adelantado y gastar menos energías. Todo esto beneficiaría también a Tammy Abraham, que no solo tendría un jugador especializado en asistencias a su lado, sino que también terminaría de proponerse continuamente en el medio del campo para recibir la pelota.
El ex Juventus, gracias a su talento, es un jugador que puede jugar en cualquier posición del ataque. En un 4-2-3-1 puede colocarse atrás del 9 o puede partir como extremo derecho para aprovechar de su maravilloso pié izquierdo. Si Mourinho decide seguir con el 3-4-1-2 puede jugar como mediapunta o como 10.
Para la Roma, lo que seguro que va a haber, son problemas problema para encajar al argetino en cualquier esquema táctico. Dybala es un jugador que vive de emociones, y José Mourinho y la hinchada giallorossa son especialistas en crear motivación.