Claudio Ranieri fue sincero: se siente en el centro del proyecto Roma, pero quiere contar. Quiere influir en la propiedad y muchas de las decisiones tendrán que pasar por él y Ghisolfi. Tal y como escribe Alessandro Angeloni en Il Messaggero. No nombró a nadie, pero dijo que el próximo entrenador será un “buen entrenador”, no uno de primer nivel. Entre los que se fueron está Pioli, o algún perfil extranjero como Terzic, o Patrick Vieira. El francés tiene el mismo agente que Gourna-Douath, pero sigue siendo una gran apuesta para un club como la Roma. A la lista hay que añadir Vincenzo Montella, que volvería a Roma a toda prisa.
El juego de Claudio se basa en la elección del entrenador, y él espera que un nombre de su lista sea el elegido. El mercado ya lo tenemos claro: necesitamos delanteros que marquen goles. Las renovaciones de El Shaarawy y Shomurodov no suponen gran diferencia. Ahora, sin embargo, Claudio sigue siendo el entrenador de la Roma y el domingo se juega el derbi. La última oportunidad para seguir soñando con un puesto en la Champions League , lo que cambiaría el escenario futuro. Ranieri sabe que el objetivo es difícil de conseguir, pero una victoria ante su rival, la Lazio, les daría nuevo impulso. Después de haber ganado todos los anteriores, Claudio se prepara para disputar su último derby, el más importante.