Una hazaña lleva a otra, cuando los sueños se confunden con la realidad: la Roma ha llegado a poder jugar la Champions League sin depender de los resultados de sus rivales, excluyendo obviamente a los que se enfrentará en las tres últimas jornadas.
Como escribe Roberto Maida en Corriere dello Sport la racha de 19 partidos consecutivos sin perder, una jornada entera lubricada por 14 victorias, no será suficiente. Será necesario extender la serie más allá de la imaginación. Probablemente habrá que sacarle el máximo provecho y para eso tener el camino libre hasta el final del campeonato, con esto la Roma podría estar por alcanzar un objetivo que hace unos meses sólo un predicador loco podría haber indicado.
La primera prueba ya es decisiva, esta noche en Bérgamo. Con tres puntos más, la Roma de Ranieri estaría en el cuarto puesto, estaría en la Champions League a falta de dos jornadas para el final. Nunca había sucedido antes en este campeonato. Además. Han pasado dos años desde la última vez que la Roma subió tan alto en la clasificación. Y de todos modos no estábamos en este punto de la temporada. Pero entre el dicho y el hecho está el Atalanta que ya huele el champán: si gana uno de los tres últimos, podrá descorchar la botella.
El futuro de Gasperini, Champions League y ¿La Roma?
Es comprensible que Gasperini quiera vaciar el frigorífico lo antes posible, lo que a su vez también le permitiría poder planificar de una vez la posible mudanza. Ya no es un misterio que la Roma es el equipo más interesado en adquirir sus habilidades. Pero es igualmente cierto que tanto él como los Friedkins (el presidente Dan está considerando una guerra relámpago) están felices de posponer las negociaciones hasta un momento más pacífico. Hoy el único pensamiento, aquí y allá, es la Champions League.