La firma tan esperada ha llegado. Chris Smalling seguirá siendo futbolista de la Roma hasta 2025, escribe Marco Juric en La Repubblica. Se ha llegado a un principio acuerdo entre el defensa y el club para la renovación del contrato.
En los próximos días, el inglés firmará un contrato de dos años por 3,5 millones de euros, incluyendo primas personales y de equipo. Quizás el último gran contrato de su carrera que le llevará a vestir la camiseta de los Giallorossi hasta los 36 años. El estrechon de manos final llega para una renovación que acaba con los muchos rumores que circulan por el mercado. No adiós. No hay remake de lo que vimos el año pasado con Mkhitaryan.
Y nada de juego ascendente entre silencios de fachada y guiños milaneses. Pese a las vacilaciones de principios de 2023, cuando el club entendió que el inglés no activaría la cláusula de renovación anual automática. Más dinero o más años de contrato: el pedido de Smalling era claro.
Una pista muerta, con la posibilidad concreta de que otros clubes pudieran arrebatarle la firma en un traspaso gratuito. Luego la jugada decisiva, autorización de los Friedkins llego, de subirle el sueldo ofreciéndole el codiciado contrato por dos años.
En definitiva, salvo giros o reveses sensacionales que, sin embargo, no se vislumbran en el horizonte, Smalling firmará próximamente su tercer contrato con la Roma, el que le unirá a los giallorossi hasta 2025, elevando su experiencia en la capital a seis temporadas en total. Al fin y al cabo, Tiago Pinto y James Featherstone, agente de Smalling, llevaban un tiempo negociando, con el director general de los giallorossi que había planteado la oferta inicial precisamente para encontrar al inglés y conseguir de él el esperado sí.