Aplacar el caso Karsdorp es puramente un asunto económico cuenta el diario Il Messagero. Mourinho no tiene intención de reintegrarle, Tiago Pinto lo sabe y está intentando mediar para reparar formalmente las relaciones para afrontar el mercado de fichajes de enero de la manera menos problemática posible.
La semana que viene será la semana decisiva para esclarecer el futuro del neerlandés, que habría dado su disposición a pasar el control de salud exigido por el club tras presentar certificados médicos enviados a Trigoria informando de problemas psicológicos. El jugador se arriesga a recibir una multa equivalente al 30% del salario de un mes, pero Pinto podría perderlo sin cobrar un euro.
El objetivo del director general es colocarle en enero, o prestarlo con obligación de compra para monetizar el precio de su ficha y correr inmediatamente a buscar un reemplazo (gusta Bereszynski, Bellerin y Odriozola).
Por el momento, se excluye el préstamo simple. La Juventus está interesada en Italia, mientras que en el extranjero están Feyenoord, Marsella, Lyon y algunos clubes turcos. También existe otra alternativa que, sin embargo, de momento nadie baraja: darle el mismo trato que se le dio en su día a Diawara, apartarle del primer equipo y garantizarle entrenamientos iguales a los del resto de sus compañeros. Posibilidad remota porque el jugador está dispuesto a marcharse cuanto antes de la Roma.