Abril pasará prácticamente entero, sin llegar a una solución sobre la historia del Stadio della Roma en Tor di Valle, según informa Il Tempo.
Tras la decisión tomada a finales de febrero por la Roma, donde el club decidió retirarse de la asociación con Eurnova (que sería del empresario Luca Parnasi), se inició un conflicto entre los dos ex socios. Un torbellino de intercambio de cartas y documentos entre el Ayuntamiento y el club dirigido por los Friedkin sacude a la prensa y a las instituciones involucradas.
El lunes por la mañana, los dos contendientes, Eurnova y As Roma, salieron del Campidoglio. Esto tras una reunión en la que las oficinas municipales faciliataron tiempo que permita a los proponentes encontrar «propuestas conjuntas, concretas y viables» para salir de este impasse.
Una nueva fecha que, sin embargo, esta vez es perentoria (en teoría definitiva) para alcanzar una solución antes del 23 de abril. Luego, a falta de nuevos elementos, podría comenzar el proceso de revocación del interés público y, por tanto, de las resoluciones del Concejo Municipal Marino 2014 y Raggi 2017.
Y si Eurnova se declara dispuesta a llevar a la Roma a los tribunales, también se hacen valoraciones en el Campidoglio sobre posibles daños a la imagen de la municipalidad. En la carta del Departamento de Urbanismo, el Municipio se sale de la disputa: las oficinas repasan todos los trámites burocráticos desde diciembre de 2017 hasta esta últimas semanas, destacando cómo la Administración ha «cultivado» el proyecto incluso de cara al «ocultamiento objetivo de particulares en los últimos ocho meses».
A continuación se aclara que “no se ha iniciado ni acometido ningún diálogo encaminado a identificar una ubicación diferente para el inmueble”. El pasado 15 de marzo, Eurnovs había solicitado a la Municipalidad una prórroga de 120 días para que se pronunciara al respecto: «Se espera que la Municipalidad reconsidere todo el asunto y califique de la manera más correcta a los gravemente ilegítimos comportamientos de la AS Roma, no legitimándose, en la misma, la convicción de poder disolverse de los compromisos asumidos con la Administración Pública sin sufrir ninguna consecuencia», rezaba la carta de la empresa.
El Capitolio les ha respondido, reiterando que «la Administración no permite ni puede permitir ningún retiro unilateral de los compromisos asumidos» pero que tampoco le corresponde al Municipio «definir la vigencia de los compromisos entre los dos ex accionistas». En esencia, por lo tanto, la cuestión es «comprender si el proponente puede y tiene derecho a continuar el proceso».
De los 120 días de prórroga solicitados por Eurnova, el Campidoglio concede sólo 30: «La solicitud de prórroga del plazo, en ausencia de una perspectiva de desarrollo del proceso en curso o de documentación que acredite la evolución de la situación en relación con con AS Roma con los acreedores en trámite, parecería pura demora. No obstante, comprendiendo los motivos de la complejidad de la situación, la Administración amplía el plazo de presentación de los documentos por treinta días más, estableciendo el plazo perentorio del 23 de abril».
En fin, un mes y, si las cosas no cambian, de nada sirve perder más tiempo: «Una vez que este plazo también ha expirado en vano, a falta de propuestas conjuntas y viables, sin duda procederemos a las valoraciones de competencia como ya se ha indicado, o con el inicio de la revocación de las resoluciones y cancelación del proyecto».
Sin embargo, es poco probable que suceda a finales de abril: estas son solo las escaramuzas iniciales. El juego aún es largo.
.RPR.