Il Fatto Quotidiano | Dicen que mucha gente dentro de la AS Roma ha visto ese vídeo de la joven empleada, filmado en intimidad con su novio: futbolistas, entrenadores y algunos directivos juveniles y más. Cuentan de un encuentro en Trigoria en el que un jugador de Primavera confesó entre lágrimas, delante de varias personas, que fue él quien robó el video del móvil de la chica, se la pidió prestada para llamar a su agente y luego lo compartió entre sus compañeros juveniles. De allí llegó luego a otros y a otros. También reportan fuertes comentarios sexuales en las redes sociales y chats internos.
Pero lo más grave es que la chica, claramente víctima de un delito, o más bien de múltiples delitos contra la intimidad que se repitieron cada vez que se compartían esas imágenes, fue despedida en el acto por la Roma. “Incompatibilidad con el entorno”, escribió el abogado Lorenzo Vitali, poderoso asesor jurídico de la familia Friedkin. La despidieron en el acto, y el personal de seguridad la escoltó apresuradamente hasta las puertas de Trigoria. Un trato incomprensible en un club de reconocido prestigio internacional como la Roma, dirigido desde hace casi un año por una mujer como la directora ejecutiva griega Lina Souloukou y capaz de promocionar también a Priscilla Bortoloni, «la lupacchiotta che brilla», como la llama la web Dagospia, ex influencer y ex telefonista contratada por los Friedkins para roles de responsabilidad cada vez mayor.
Los hechos se remontan al otoño pasado, el vídeo circuló durante varias semanas hasta que la empleada fue despedida a principios de noviembre y por tanto antes de la reciente oleada sensacional de despidos que afectó a la oficina de comunicación y otros sectores del club. La muchacha recurrió al abogado Francesco Bronzini, que en los últimos meses intentó iniciar una negociación para resolver el asunto sin recurrir a un juez, con el regreso la chica a Trigoria. Los contactos siguen en curso, pero aparentemente no van muy bien.
La reconstrucción según Corriere dello Sport
Una historia escabrosa con contornos cada vez más claros de la que se habla en estas horas en toda Italia y más allá. La noticia publicada por el diario Fatto Quotidiano que habla del despido de una empleada de la Roma por «incompatibilidad en el entorno laboral»: un jugador extranjero del juvenil supuestamente robó de su smartphone un vídeo en el que aparecía íntimamente con su novio, también empleado de la Roma. El vídeo recorrería luego el centro deportivo. Tras conocer el asunto, en noviembre la Roma, a petición del gerente general Tiago Pinto y del director del área técnica juvenil Gianluca Gombar, despidió tanto a la chica como a su novio, que también era el «jefe» de la chica. Parece que no hubo, por tanto, ninguna intención discriminatoria hacia la mujer que trabajó con los jugadores jóvenes (menores de edad) del club, los dos no fueron despedidos por la difusión del vídeo, sino porque en el propio vídeo estaban presentes discursos que violaban ética profesional.
Pero aquí está la reconstrucción (parcial según las fuentes de Corriere dello Sport) de Fatto Quotidiano: la historia se remonta al otoño pasado, cuando la mujer de treinta años fue despedida después de que un vídeo privado que estaba guardado y que fue filamdo en su teléfono móvil circulara por Trigoria.
Para robarle el smartphone, difundiendo sin consentimiento las imágenes íntimas de la chica con su pareja, estuvo un jugador extranjero de la Primavera, quien estaba cerca del primer equipo. ¿La razón? No está clara. La mujer está asistida por el abogado Francesco Bronzini y pedirá una indemnización por daños y perjuicios al joven jugador, que supuestamente admitió sus responsabilidades ante algunos directivos del club. Además, evidentemente, de pedir al club su reinserción inmediata en el mercado laboral. A menos que llegue una denuncia penal por delitos relacionados con el “porno de venganza”. La Roma podría aclarar oficialmente lo ocurrido hoy.
Las declaraciones de Salvatore Foti ex de Mourinho sobre el caso
«Entiendo su trabajo, sé que es algo donde están involucrados abogados. No hablo de cosas que no sean de mi incumbencia. Lo siento, sé lo que pasó y que el asunto irá a los tribunales porque estamos hablando de despido y pérdida del empleo”. Así lo afirma a la agencia de prensa Salvatore Foti, segundo entrenador de José Mourinho en la Roma antes de su despido el 16 de enero, en referencia al caso de la empleada del club Giallorossi despedida por la empresa después de que un vídeo ‘íntimo’ suyo fuera robado y difundido por un jugador del equipo Primavera. La difusión del vídeo, según ha podido saber LaPresse, debería remontarse al pasado mes de octubre: «Me enteré después – confirma Foti – estábamos todavía allí o poco después de habernos ido«.