Vincent Candela concedió una larga entrevista a Il Messaggero. El histórico lateral izquierdo de la Roma habló de la Roma, de su amigo Totti y contó varias anécdotas. Estas son sus palabras: «Me hubiera gustado tener un rol en Trigoria, entre jugadores y dirección, ocupándome de la dinámica del grupo. Siempre lo pregunté, desde la época de Baldini, luego lo hablé con Montella, con Di Francesco. Yo habría trabajado gratis. Tal vez no soy capaz, tal vez estoy en una mala posición. Me sentí un poco decepcionado«.
Un destino que le une a Francesco Totti, su compañero de viaje, siempre y para siempre. Él y ‘Checco’, inseparables como jugadores y ahora como hombres amantes de la vida y del pádel. «Es una locura que Francesco no forme parte de la Roma. Sus camisetas siguen siendo las más vendidas hoy en día, es conocido y apreciado en todo el mundo. Es la historia de este club, tal vez sea un inconveniente, tal vez eclipsa a alguien, no lo sé. Alguien como él tiene que estar allí, tal vez juntos«.
A sus cincuenta años, ¿nos puede decir si Totti o Zidane eran más fuertes? «Uno sólo jugó en la Roma, el otro en el Real, en la Juve; uno marcó cien goles y lo ganó todo, el otro trescientos y ganó menos. ¿Pero cómo respondes? Imposible».
¿Por qué se detuvo antes de tiempo? «Cuando dejé Roma se fue la luz, me fui dejando 2 millones y medio. Nunca jugué por dinero, de lo contrario habría jugado hasta los cuarenta».
¿Mal con Zeman? «Nos obligaba a hacer cosas que no me gustaban y discutíamos a menudo. Yo estaba en el mercado, Lippi me quería en el Inter. Pero no me habría escapado por la noche como otros».
Año 2004, velada de la Befana: Roma-Milán, ¿qué pasó? «Todos estábamos enojados con los brasileños, que salieron al campo a pesar de haber regresado tarde de las vacaciones de Navidad. El grupo es el grupo y en ese momento estaba dividido».
¿Tu relación con Capello? «Hice un poco lo que quería. Después de los partidos fuera de casa, a menudo me quedaba en la ciudad y algunos jugadores le preguntaban al entrenador si podían quedarse conmigo. Con Capello era así: lo doy todo, pero luego no me molestes».
¿Un compañero con quien discutió? «Aldair. Terminamos peleando. Me regañó descaradamente en el campo. Tuvieron que separarnos en el vestuario. Pero Alda es una de mis mejores amigos».
¿Ha hecho las paces con Mourinho? «Sólo había hecho una crítica, en Toulouse, el verano pasado, me dijo que todo estaba archivado».
¿Alguna vez has pensado en ser entrenador? «El equipo de Puskas, el Honved, me llamó, pero la Federación no firmó la renuncia, algo que ya hizo en el pasado con otros. Conseguí la licencia UEFA B, luego tuve que esperar un año más y no me gustó más. Le pedí a García ser su asistente, a Di Francesco, nada. Si hubiera llegado Blanc…».
¿Qué clase de entrenador habría sido? «Están los jugadores, luego siempre depende de los clubes».
¿En qué sentido? «Por ejemplo, en 2002 la Roma no pudo retener a Cafú, que luego jugó a un alto nivel en el Milan. La diferencia está ahí: dejas escapar a los jugadores y te debilitas. También ha pasado recientemente».
¿Sigues el fútbol actual? «Sólo la Roma. El resto me aburre. Veo poca técnica. Antes jugábamos diez horas en la calle, hoy los chicos hacen táctica en esas horas de entrenamiento y parada».
¿Hay un Candela hoy? «Theo Hernandez. También jugué con su padre, Jean-François. Me gustaba Zalewski, luego de la izquierda pasa a la derecha y se perdió».
