Nicolas Burdisso, ex defensa de la Roma, concedió una entrevista a la edición de hoy de Il Messaggero y entre los diversos temas tratados, se centró en la temporada de los Giallorossi, también en Daniele De Rossi y Claudio Ranieri. Además, el argentino ha sido vinculado con el club romano para un posible regreso pero en un rol directivo. Aquí están sus declaraciones.
Estuvo en el estadio contra el Porto. «Sabía que con Rainieri la Roma renacería, porque conozco bien sus puntos fuertes. Él sabe cómo unir a un grupo y llevarlo adelante. Él siempre ha sabido cómo hacerlo. Ahora está ganando en confianza y resultados, ya que el equipo es bueno. Pero lo mejor es que la gente ha vuelto a apreciarlo”.
Hablando de Rainieri: han pasado 14 años desde 2011, cuando fue despedido de la Roma. ¿Puedes explicar por qué el entrenador dijo que eras el único en el equipo que podía mirarlo a los ojos? «Existieron fricciones internas y me había permitido decirle en la cara lo que mucha gente pensaba. Y lo apreció porque era para el bien de todos. No eran cuestiones técnicas, sino aspectos ligados a la gestión de un grupo que había estado cerca de ganar el Scudetto unos meses antes. Si estás en constante fricción, es imposible mejorar”.
En el último año calendario, la Roma ha tenido 4 entrenadores. ¿Es cierto que los futbolistas pueden sacar un entrenador no deseado? «No lo creo. Los futbolistas de hoy son diferentes. Me resulta difícil creer que puedan volverse contra un entrenador. Pero el hombre en el banquillo es un hombre más solitario que en el pasado y debe estar mejor preparado. No puede pensar en todo. Verás, muchas veces los directores deportivos son juzgados sólo por el mercado, en cambio tienen muchas otras tareas, entre ellas la de mejorar al entrenador. A veces él y el club parecen hablar dos idiomas diferentes. El entrenador tiene una necesidad inmediata de ganar, mientras que el club tiene una misión: sacar adelante el proyecto, mejorar la marca y mucho más. Y la persona que actúa como enlace entre ellos es el Director Deportivo, quien tiene la capacidad de interpretar las necesidades de ambos. Se necesita liderazgo, porque es necesario tratar tanto con los propietarios como con los jugadores. Entender los momentos en los que se puede hablar, aquellos en los que se puede valorar a los jugadores o al club. Y la experiencia te da todo esto. Bueno, en mi forma de trabajar trato de implementar todo esto”.
Hace un año, ¿alguien habría imaginado la destitución de Mourinho? «No. José había hecho un trabajo tremendo. Algo podría haberse roto, pero él había hecho cosas fantásticas».
¿Y la destitución de De Rossi, que también llevó a Boca a terminar su carrera? “Lamento mucho cómo se fue Daniele, porque en mi opinión él era el hombre adecuado para este puesto”.
Por lo que siento, ¿volverá algún día a entrenar a la Roma? «No hablo como amigo, sino como manager: creo que Daniele, por su liderazgo y sus capacidades, está preparado para ser entrenador de cualquier equipo del mundo».
Hace unas noches estabais cenando juntos. ¿Alguna vez te imaginaste trabajar en conjunto? «Sí, y estoy seguro de que tarde o temprano sucederá, porque confiamos el uno en el otro. Y luego nuestra amistad ayuda. Sin embargo, el verano pasado Roma no se puso en contacto conmigo. Otros equipos, sin embargo, sí lo hicieron».
¿Jugará la Roma en Europa el año que viene? «Probablemente, si mantiene este ritmo en la Copa y el campeonato».
Como gerente, también piensa en el presupuesto y la fragilidad. ¿Dybala es un problema o una solución? «¿Lo viste con el Porto? Paulo es siempre y sólo una solución. Luego depende de la competencia de un director insertar su talento en un proyecto deportivo”.
Es el hombre de los cinco derbys: Buenos Aires, Milán, Roma, Génova y Turín. ¿Cuál es el más intenso? «Boca-River no es un partido, es una locura. El más intenso es quizás el Roma-Lazio, un escalón por debajo del de la Lanterna».