Incluso con Bryan Cristante la cura de Claudio Ranieri está funcionando. Tal y como escribe hoy la redacción de Il Romanista. Tras pasar diciembre y enero de baja por una lesión de tobillo, el centrocampista volvió al juego a un ritmo lento, acumulando pocos minutos durante los partidos. Día tras día, gracias también al excelente trabajo realizado en Trigoria, Cristante volvió al centro y el mes de abril le vio de nuevo como un fijo en el once de Ranieri.
En los últimos 6 partidos (desde el ante el Lecce del 29 de marzo) el número 4 ha acumulado 441 minutos sobre el campo, escalando jerarquías importantes en el mediocampo y con Paredes dejándole a menudo la camiseta titular. Con su aparición en el partido contra la Fiorentina, Bryan alcanzó las 315 apariciones con la Roma, superando a Agostino Di Bartolomei.
Con Manu Koné la armonía aumenta partido tras partido también gracias a la versatilidad de los dos jugadores: contra el Inter y la Fiorentina intercambiaron a menudo su posición de mezzala a punto bajo del mediocampo y viceversa y este «relevo de roles» está funcionando a la perfección. Ante el equipo de Palladino, Cristante abandonó el campo en el minuto 65 entre los aplausos del Olímpico, un escenario que no se veía desde hacía meses. La permanencia del centrocampista en la capital aún no está asegurada, pero gracias a las actuaciones positivas de los últimos partidos su futuro aún podría estar en tonos amarillos y rojos.