Ariedo Braida, asesor estratégico de la Cremonese, habló a los micrófonos de Radio Romanista. A continuación, las declaraciones del directivo gris y rojo.
Verlo al estilo cremonese es una elección que llama al corazón. ¿Qué tipo de decisión fue la tuya?
«También necesitas humildad en la vida. Si tienes pasión por el fútbol, crees que es hermoso en cualquier latitud y categoría. Para mí, estar aquí es vivir mi mundo, mi vida, es un placer. Te diré una cosa: cuando yo estaba en el Barcelona y Dybala estaba en el Palermo lo quise comprar. En una ocasión lo encontré porque quería venir a ver el Clásico, luego no salió nada. Para muchos aún no estaba listo para el gran salto, pero para mí si lo era».
¿Es cierto que se interesó por Zaniolo?
«Cuando estaba en Virtus Entella tenía un agente que conocí cuando vivía en Barcelona. Me interesé por él, luego no salió nada…”
¿Tiene una explicación para las dificultades que el chico encuentra en su camino?
«Hay jugadores que te impresionan, obviamente tengo mi sensibilidad. También hubo jugadores que no me gustaron. Cuando haces este trabajo tienes que tener cierta sensibilidad, si te gusta un jugador te lo tienes que imaginar en el equipo para quien trabajas. No, ha sido malo hasta ahora».
Volviendo a tu historia: ¿cuál es tu mayor arrepentimiento? ¿Y su buque insignia?
«Sería una injusticia para alguien si nominara a un jugador. No hay que arrepentirse, puedes cometer errores. Sé que en ocasiones quizás podría haberlo hecho mejor. Hacer este trabajo es difícil porque puedes cometer errores. Fútbol no son matemáticas, pero si las tomas o te acercas y logras hacer cosas positivas significa que sabes hacer este trabajo».
¿Pero es cierto que escondió el contrato de Rijkaard en su ropa interior?
«Es una historia muy larga de contar, pero es una verdad muy larga y hermosa (risas, ed.)”.
Volviendo a la actualidad: obviamente el partido de la Coppa Italia fue una pesadilla para nosotros. ¿Qué diferencias habrá mañana? ¿Cuáles son las ambiciones de los cremoneses?
«Tenemos que ganar la Coppa Italia y tenemos que salvarnos. Son sueños, pero a veces los sueños se hacen realidad».
Me llamó la atención su posición sobre la despedida de Totti. Ha sido uno de los protagonistas del fútbol moderno, pero ha tomado una posición en la que ha estigmatizado dejando de lado los sentimientos frente a un jugador como este.
«Sabes, podría poner un ejemplo con Baresi. Depende de muchas situaciones, de la historia, de la mentalidad, de muchas cosas, porque muchas veces pensamos que hay que empezar desde arriba, pero a veces se necesita humildad para empezar desde abajo. Totti fue una cosa maravillosa, cuando lo conocí le dije: ‘Si vienes con nosotros ganarías el Balón de Oro…’ Tiene su propia forma de ser, fue un gran campeón».
¿Es retórica hablar de un fútbol que ha cambiado? Hay una globalización de la empresa futbolística. ¿Alla Cremonese ve este cambio?
«Parto del hecho de que en el fútbol a menudo hay falta de competencia. El mundo cambia mucho más rápido de lo que nos damos cuenta, el fútbol está cambiando pero siempre está el objetivo de marcar goles. Hoy veo menos campeones, pero no porque este deporte está cambiado, sino porque en el pasado había diferentes estímulos. Antes había algo que lograr con el fútbol. Vi la transformación de la sociedad, que pasó de ser casi ‘campesina’ a postindustrial. El mundo ha cambiado, pero en el fútbol siempre hay dos objetivos. Son los valores los que han cambiado: antes jugábamos en la calle, descalzos, ahora nadie juega así. Se nos estimuló el cerebro. No teníamos demasiados televisores, móviles, pero así es la vida, cambia con el tiempo, pero el fútbol siempre es el mismo. Ha habido una transformación».
Sobre el fútbol italiano: ¿cree que se puede llenar el hueco con la Premier League?
«Depende. Ahora siempre hablamos de recursos, pero necesitamos imaginación y competencia. Hoy, por ejemplo, escuché que el Chelsea se ha gastado alrededor de 350 millones de euros en el mercado pero está décimo en la clasificación y ahora incluso dicen que el entrenador corre riesgo de ser despedido. Pero no funciona así, se necesita competencia. El dinero es importante, pero hay que saber gastarlo. En muchas ocasiones falta competencia».
