La petición es clara: un centrocampista y un lateral derecho. Mourinho – que el día de su llegada había pedido «regalos» al club – fue muy directo con los Friedkin y Tiago Pinto, escribe Francesca Ferrazza en La Repubblica, convencido de que su Roma coja, viene de ocho goles encajados en dos partidos ante el Bodo Glimt, necesitará una importante intervención en el mercado de fichajes en enero.
Y el nombre que más le gusta para el lateral de la derecha es el del polaco de 29 años de la Sampdoria, Bartosz Bereszynski. Un lateral no «a la antigua», al que le gusta empujar mucho y con buena personalidad. El portugués le considera un jugador experto, característica que pide en la búsqueda de refuerzos para meterse en un grupo que está formado por muchos chicos sin demasiados pelos en el estómago. Bereszynsky es el titular de la selección polaca, tiene carácter y llegaría corriendo a la capital como alternativa al Karsdorp que, de hecho, no tiene suplentes (Reynolds no es considerado por Mou y saldrá cedido en enero).
El jugador tiene un contrato con la Sampdoria que vencerá en 2023, y en la ventana de pases del próximo mes de enero la Roma podría ficharle por una cifra en torno a los 6-7 millones de euros, dadas también las excelentes relaciones con el club del Génova, al que, en el pasado verano, los Giallorossi han cedido al lateral ofensivo Riccardo Ciervo. Las negociaciones entre clubes podría, por tanto, podría incluir el pase de otros jóvenes desde la capital al norte italiano, Darboe, gusta a la Sampdoria y podría entrar su nombre en el diálogo.