En términos de compromiso, de abnegación, de participación, nada se le puede decir. Se le ve escuchando los discursos de De Rossi, desesperado por un gol fallado ante Svilar como si se tratara de una repetición de la oportunidad fallida ante el Bayer Leverkusen en el Olímpico hace unos meses, bailando al final del entrenamiento bajo el cristal del el gimnasio con Celik quien se ve divertido.
Quiero decir, el mismo Tammy de siempre. Sin embargo, es consciente de que la llegada de Dovbyk ha cambiado las cosas, escribe Stefano Carina en Il Messaggero. El club apuesta mucho por el ucraniano, por lo que el inglés tiene dos opciones: quedarse y ser reserva o intentar relanzarse.
Everton y Milan están en la ventana desde hace tiempo, Atalanta podría entrar en juego dada la lesión de Scamacca. Gasperini siempre ha sido un admirador de Tammy Abraham. Pero el delantero prefiere ir al Milan, pero allí también encontrará una competencia feroz.