La taquilla parece que volverá a sonreír en el último partido del año en el Olímpico contra el Parma. Incluso el miércoles por la noche, a pesar de la fecha entre semana y de un horario un poco ‘prohibitivo’, especialmente para las familias (21.00 horas), las duras condiciones climáticas y la humedad rampante, el público estuvo presente: 56.000 espectadores la cifra.
Si el récord de la temporada todavía pertenece a la Roma de Daniele De Rossi (más de 67 mil contra el Empoli), el descenso que comenzó con la breve era de Juric, después de los tres primeros partidos, con el Dinamo de Kiev, Torino y Bologna solo se redujo, hasta que llegó a 60 mil capacidades. No mucho mejor, con un poco de sorpresa, lo logró Ranieri, cuyo regreso no generó un efecto de lleno ni siquiera en su primer partido en casa contra el Atalanta.
Contra el Parma, gracias a la coincidencia con el último partido en casa del año natural y también con la ayuda de una política de precios más bajos (y promociones, ver Black Friday), se volvera a superar el umbral: por el momento se avanza hacia una asistencia de 61.500 que todavía están destinados a crecer cuenta este viernes el diario Il Romanista. No las glorias del pasado, sino una clara recuperación.