“Un estadio lleno, tan grande como el Olímpico, siempre es noticia. Hablemos de nuestra gente, de nuestra familia”. Es difícil negar la idea de un entrenador como José Mourinho, incluso si los Sold Out en los partidos en casa de la Roma ahora son la regla, no la excepción.
Desde que está allí ha ido in crescendo ya que, desde el debut ante la Fiorentina la temporada pasada hasta el partido ante el Napoli, ha habido más de un millón y 650 mil hinchas de la Roma en el Olímpico. Primero con el aforo reducido, luego con toda la instalación abierta, el crecimiento ha sido continuo y constante: gracias, por supuesto, a la empatía que Mourinho y los jugadores han creado con la afición. Pero también gracias a la política de precios deseada y adoptada por el conjunto de la sociedad según cuenta Corriere dello Sport.
Los partidos de esta noche ante el Ludogorets y el domingo ante la Lazio no se desviarán de la tónica de los últimos meses, que empezó en un derby, el del 20 de marzo: 51.932 espectadores presentes y el primero con entradas agotadas, pero con el estadio todavía al 75%.
A partir de ese momento, encontrar un asiento libre en el Olímpico fue imposible: en la liga, en la copa, incluso en la presentación de pretemporada ante el Shakhtar, la Roma tuvo estadio lleno. Esta noche llegará el decimoquinto sold out en fila, el domingo será el decimosexto, ante el Torino es muy probable que llegue el decimoséptimo. Y para el partido de la Coppa Italia contra el Genoa de enero ya se esperan más de 50.000 espectadores, de los cuales 36.000 ya son abonados los partidos de la Europa League.