Mourinho podría volver al módulo utilizado a principios de temporada, según informa Il Tempo. El camino para superar uno de los momentos más complicados de la temporada pasa por el partido del domingo a domicilio ante el Sassuolo. Un partido crucial para la clasificación de la Roma -séptimo a seis puntos del cuarto puesto- y que supondría dejar atrás la amarga decepción que supuso la eliminación de la Copa de Italia que llegó el pasado martes a San Siro.
En el Mapei Stadium, sin embargo, José Mourinho tendrá que prescindir de Zaniolo -descalificado tras ser expulsado ante el Genoa- e Ibáñez, que salió del terreno de juego ante el Inter por una distracción en el ligamento colateral de la rodilla izquierda. El brasileño deberá permanecer de baja unas cinco semanas: una baja importante para el Special One, que se plantea seriamente la idea de volver al 4-2-3-1.
De ser así, Mancini y Smalling jugarán en Reggio Emilia frente a Rui Patricio, con Karsdorp a la derecha y Maitland – Niles listos para ocupar el lugar de Viña en la banda opuesta. En la mediana la pareja titular debería estar formada por Cristante y Oliveira -Veretout va hacia un nuevo banquillo- mientras que en ataque mucho dependerá de las condición de Pellegrini. Si el capitán comenzara jugando a espaldas de Abraham, Mkhitaryan y uno entre El Shaarawy y Felix jugarán en la banda izquierda para cerrar el reparto ofensivo.
Sin el número 7, en cambio, Mkhitaryan jugaría como centrocampista ofensivo, con El Shaarawy y Felix en las bandas. Si, en cambio, al final Mou decidiera insistir con el 3-4-1-2, en defensa le tocaría a Kumbulla asumir responsabilidades, con uno entre Shomurodov y Felix para hacer equipo con Abraham y Pellegrini o Mkhitaryan en el ataque.