El partido de este domingo contra la Fiorentina tiene un peso específico mayor que el del jueves contra el Brighton, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero. El 4-0 obtenido por la Roma en el Olímpico es una puerta de entrada a la clasificación. Esta noche, sin embargo, De Rossi pedirá a los titulares un esfuerzo extra y luego presumiblemente los dejará descansar en la Copa, dado que los tres puntos dejarían a los Giallorossi a un punto del cuarto lugar.
Para Daniele, cada jugador en el vestuario puede marcar la diferencia, como lo demuestran los 10 onces diferentes que jugaron en 10 partidos y el equipo de mañana podría ser el número 11 diferente de todos los demás. En Florencia no estarán ni a Smalling (lesión en el tobillo derecho sufrida en vísperas de Brighton) ni a Renato Sanches (distensión muscular), Abraham y Kristensen permanecen en la enfermería, mientras que Karsdorp se ha recuperado. El neerlandés estuvo en el banquillo el pasado jueves, pero hoy tampoco será titular.
Por la izquierda se espera una rotación entre Spinazzola y Angeliño. La defensa se mantiene inalterada con Mancini y Ndicka, aunque tanto Llorente como Huijsen podrían hacerse cargo partido en curso. En el centro del campo, Bove espera una oportunidad, pero sólo para dejar que Cristante recupere el aliento. Quizás en el futuro, con trabajo y experiencia, pueda ocupar el rol que hoy ocupa Paredes.
El tridente ofensivo es el mismo de los cuatro goles ante los ingleses, Dybala no ha dado señales de bajar el ritmo, Lukaku ha vuelto del primer bloque de la temporada y El Shaarawy parece un jugador nuevo. Zalewski, Azmoun y Baldanzi tendrán que esperar. Quizás contra Brighton algunos de ellos tengan la oportunidad de ser titulares.