Icono del sitio Planeta Roma

Ante el Torino el Olímpico será un polvorín; este jueves se esperan contundentes protestas hacia el equipo y la directiva

Digámoslo así: el aficionado trabajador que hasta hace unas semanas habría (y ha) hecho todo lo posible para no perderse un partido entre semana y sentarse esta vez en su asiento habitual en el Olímpico no hará ningún esfuerzo por estar allí asegura Corriere dello Sport este miércoles.

Ni por un Roma-Torino, un desafío entre el noveno y el duodécimo puesto, ni después de la humillante derrota ante la Fiorentina, ni después del caos deportivo y empresarial de los últimos meses. Bueno, ese aficionado-trabajador ha perdido la paciencia y seguro que mañana se lo pensará dos veces antes de ausentarse del trabajo para afrontar el tráfico de la ciudad y volar al estadio para ver un partido que podría terminar de cualquier forma. En cualquier caso, los que vayan al Olímpico estarán dispuestos a pitar al equipo y expresar civilmente su enojo por un inicio de temporada horrible y un desempeño en la zona de descenso en el campo.

La derrota contra la Fiorentina fue otro espectáculo indecoroso presenciado por los aficionados que el domingo por la noche (en cincuenta grupos organizados) esperaban al equipo en la estación de Termini para «animarlos» a hacerlo mejor a partir del próximo partido. Pues bien, si a las dos de la madrugada estallaron petardos y cánticos contra los jugadores, el Olímpico será un polvorín dispuesto a abuchear al equipo antes del partido: desde la llegada del autobús hasta el anuncio de las alineaciones, pasando por el calentamiento del equipo. En cambio, durante el partido podría haber un «pacto de no beligerancia» para apoyar la camiseta y no poner al equipo en mayores dificultades.

Salir de la versión móvil