Hay otra Roma esperando comunicaciones. Es el del sector juvenil el que, tras la salida de Gombar, espera aclaraciones sobre el futuro. Como escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero, si el probable nuevo director deportivo Ricchio se hiciera cargo de la Primavera, Alberto De Rossi, el padre de Daniele, estaría en la pole position para la posición más prestigiosa.
Una elección, de confirmarse, que sería sinónimo de competencia y claridad. Dos cualidades, que combinadas con la rapidez, se necesitan como nunca en esta segunda quincena de mes. De hecho, la legislación federal ha cambiado desde hace algún tiempo y ahora prevé membresías anuales. Para evitar fugas de futbolistas existen dos posibles ‘lagunas’: 1) contrato de aprendizaje que tiene valor unilateral (no puede por tanto rechazarse) 2) contrato profesional.
Si un jugador no recibe ninguna de las propuestas antes del 30 de junio, es libre de instalarse donde quiera. Una norma que ha creado molestias en todos los sectores juveniles de los clubes italianos, más aún en la Roma que vive una fase de transición.