En el Amsterdam Arena, el 8 de abril, la Roma no solo jugará los cuartos de final de la Europa League escribe Matteo Pinci en La Repubblica. A 30 años de la última final europea, el futuro del club italiano que más ha aportado al ranking UEFA en los últimos 5 años (excluida la Juventus) pasará por las emociones que podrá ofrecer a Dan y Ryan Friedkin.
Los texanos silenciosos y reservados que han hecho de Roma su hogar desde agosto. Desde la torre que domina el campo de entrenamiento de Trigoria, y a la que suben a diario, padre e hijo a observar. Para luego, decidir.
En una mesa de cuatro puntas que incluye a el gerente general Tiago Pinto, que se impuso en un instante sin que nadie en Trigoria lo sospechara siquiera, y Charles Gould, consultor elegido por el joven Ryan. Estudios, estadísticas y análisis, herramientas básicas de su proyecto deportivo, han indicado al grupo una preselección de entrenadores jóvenes con experiencia en las copas.
En la parte superior de la lista, está el alemán del Leipzig Julian Nagelsmann, de apenas 33 años, hijo pródigo y ahijado de ese Ralf Rangnick al que el Milan quiso confiar el banquillo y el mercado de fichajes. Pero la gestión es realista y no ha descartado la solución que más le gustaría a la afición: Massimiliano Allegri. Pero ojo: Fonseca no está fuera, una cláusula le permite renovar si termina cuarto. Pero hoy Europa es el mayor aliado del técnico portugués, además de su compatriota Pinto.
Fonseca ha demostrado que puede navegar por las turbulentas aguas de la capital a pesar de las lesiones, comenzando por Zaniolo. Si la Roma ha recuperado a Dzeko, despojado del rango de capitán tras ser vendido y recomprado dos veces, también es gracias a un grupo, sin embargo: Pellegrini, Cristante, Mancini, Spinazzola, Mirante, no en vano todos (excepto el portero) convocados por otro Mancini, el entrenador, de Italia. Los líderes de un grupo al que los Friedkins están dispuestos a dar un gran delantero centro. Al club le ofrecieron dos gigantes: Icardi y Agüero. Desde la torreta de Trigoria, Dan y Ryan observan, sabiendo que la decisión depende totalmente de ellos.
