Ayer en Trigoria fue un día de reflexión, de poner en orden las ideas de cara a los últimos y muy delicados días de mercado. Como han resultado las cosas, Pinto no puede darse el lujo de perder el ritmo porque el margen de maniobra es muy reducido. En ataque, la telenovela de Andrea Belotti finalmente llega a su episodio final. La venta de Félix al Cremonese está en los últimos detalles y se ha liberado espacio para el Gallo. Por otro lado, se han interrumpido las negociaciones para la venta de Kluivert al Fulham, que ha realizado una oferta de 3 millones más de bonificación que la Roma ha considerado «ofensiva».
Para el centro del campo -escribe Gianluca Piacentini en ‘Il Corriere della Sera‘- está en marcha un auténtico casting en el que hay muchos que se están proponiendo. El Tameze de Verona es un nombre que gusta desde el año pasado: cuesta unos 12 millones, un precio que podría disminuir con la inclusión de algunos jugadores jóvenes. Otro nombre es el de Lukic, que no vive sus mejores tiempos con el Torino y con Juric, al que le quitó el brazalete de capitán.
Makengo del Udinese también es de interés, mientras que el nombre de Radja Nainggolan es sólo una sugerencia: la candidatura del belga despertó el entusiasmo de algunos aficionados, pero no del club. En todo caso, el uruguayo Nández podría llegar cedido por el Cagliari. Paredes sigue en la órbita de la Juve, que sin embargo no puede ficharle a menos que antes se deshaga de Zakaria, un viejo objetivo de Pinto que se lo habría fichado el pasado mes de enero.
El agente libre Florian Grillitsch, otro jugador en el pasado asociado a los giallorossi, pero demasiado parecido a Cristante y Matic. Es poco probable que las negociaciones con Sassuolo se reanuden para Frattesi, mientras que Allan se ha propuesto ya que quiere salir del Everton.