Paradigme

A pesar del interés que llega desde la Premier Tammy Abraham solo piensa en la Roma

El día que la Roma anunció la compra de Tammy Abraham, escribe Massimo Cecchini en La Gazzetta dello Sport, la mezcla entre esperanza y melancolía se vio atenuada por un catalizador inexpugnable: José Mourinho.

Era el 17 de agosto del año pasado y la despedida de Edin Dzeko parecía haber cortado definitivamente el cordón umbilical con un equipo que -gracias al talento de los Alisson, De Rossi, Nainggolan y Salah– había soñado legítimamente con algún trofeo sin ser capaz de ganarlo. . Seamos realistas, reemplazar al bosnio en el horizonte emocional del mundo giallorossi, más que el valor de un chico de 24 años ciertamente con muchas esperanzas, pero que nunca había llegado al papel de protagonista en «su» Chelsea, fue sólo una cosa: la palabra del Special One.

El técnico portugués había hecho todo lo posible por hacerse con él, tanto que convenció a la familia Friedkin de invertir un presupuesto extra para hacerse con el delantero centro inglés, pagó 40 millones (más bonos), aunque rompiendo cláusulas de compra sumamente convenientes, como la que permitiría al club londinense recomprarle al doble del precio pagado, es decir 80 millones. Todo lo demás era perplejidad.

Menos de once meses después se convirtió en el hombre estrella de la Roma de Mourinho, capaz de entrar en la historia de los giallorossi. Los 27 goles marcados en 53 partidos jugados lo santificaron, permitiéndole superar dos primicias para nada desdeñables: fue el jugador que más goles marcó en su temporada de debut en la Roma (superando a iconos absolutos como Volk, Montella y Batistuta); se convirtió en el inglés que marcó la mayor cantidad de goles en la Serie A en una sola temporada, superando el récord de Gerry Hitchens (establecido en 16 contra los 17 de Tammy) que había durado sesenta años. La conquista de la Conference League, que lo vio como segundo máximo goleador del evento, representó la apoteosis para el delantero centro, que llevó al equipo a conquistar un trofeo tras 14 años de ayuno.

La Premier League ha vuelto a ponerle bajo la lupa. Los rumores del mercado han comenzado a hablar del interés del Arsenal por él, con los ‘gunners’ dispuestos a gastar 60 millones. El propio Abraham -que aspira al título de máximo goleador la próxima temporada- admitió estar satisfecho con el interés inglés, dejando entrever que algún día volverá a la Premier League, pero el sentimiento con Mourinho es tan fuerte que de momento su futuro cercano se llama solo Roma.

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