El llamado de Mou, con respecto a una discusión sobre proyectos futuros, necesita una respuesta, escribe Stefano Carina en Il Messaggero. Difícil ser público, conociendo la confidencialidad de los Friedkins. Por eso, Pinto se apresuró a silenciar el tema, asegurando que la historia trata de «dinámicas internas».
Desde el miércoles, sin embargo, este ya no es el caso. Porque en el momento en que el Special One da la clarinada sobre su futuro (Francia le ponen acerca del PSG), desaparece un poco de todo: el contrato hasta 2024, la línea directa con los propietarios, el plan conjunto muchas veces alabado y confirmado a duras penas. La filosofía empresarial de Dan y Ryan no cambia: las cuentas se liquidan al final de la temporada.
Y sobre todo brilla el deseo de no dejarse influir en lo más mínimo por la presión. Ya sean externas (medios) o internas. Solo queda esperar los próximos episodios firmados por José, ahora a libro abierto. El ciclón Mou, buscado y convencido por los Friedkins, sorprendió a todos, sin contar con los obstáculos que pone el FPP que ha llevado a los últimos mercados a ser reducidos, en especial el último de verano formado por agentes libres y jugadores cercanos a cumplir 30 años.
Pero ahora se ha llegado a una encrucijada. Por el amor de Dios, puedes jugar al fútbol incluso sin José (pero ojo con Dybala). Lo importante es ser claros. Respetando siempre la privacidad de todos.
