Un rompecabezas que por el momento no parece tener las piezas adecuadas. Porque si por un lado Mourinho está machacando por ver dos refuerzos más en el centro del campo -después de Matic-, por otro lado Tiago Pinto está trabajando para arrancar la línea de cesiones que también tendrá una relevancia crucial para el mercado entrante cuenta de este viernes el diario Il Tempo.
Si es cierto que el director general se muestra inflexible con respecto a la idea de elevar la oferta por Frattesi -la propuesta presentada a Sassuolo se considera más que satisfactoria-, buscó a tientas lanzar el asalto a un centrocampista sin haber cedido antes algunos los riesgos de redundancia resultan muy complicados. Y la zona del campo donde hay mayor masificación es la línea media. Una paradoja dado que el jugador clamado por el Special One es un centrocampista con unas características que faltan actualmente en la plantilla.
Diawara y Villar no se consideran parte del grupo y entrenarán junto con el resto de la plantilla a partir del 15 de julio. Darboe también está destinado a cambiar de aires pero no parece haber equipos interesados en el gambiano en el horizonte. Veretout, detenido por la afición en las afueras de Trigoria, ha declarado su fidelidad a la Roma pero el club busca un equipo dispuesto a poner en juego unos 15 millones. El Marsella le seguía la pista pero la situación económica de los franceses no hace concebible la operación.
También hay que descifrar el futuro de Edoardo Bove, que gusta mucho a Mourinho pero -en caso de permanencia- tendría que pelear por hacerse con más espacio. Al margen del joven italiano, a la Roma le gustaría ganar al menos veinte millones con las ventas de bajas en el centro del campo. Por el momento, sin embargo, los pretendientes son escasos. Una situación que, de continuar durante mucho tiempo, también ralentizaría la llegada de nuevos injertos.