En el encuentro de ayer en Florencia, por supuesto, también se habló del equipo, especialmente entre Gian Piero Gasperini y Florent Ghisolfi, el jefe del área técnica de la Roma. Conversaciones que ahora parecen prematuras, considerando que la Roma y Gasperini tendrán que actualizarse para entender si realmente conviene llegar a un acuerdo. Pero ya se ha hecho un razonamiento básico sobre el equipo con el que cuenta actualmente la Roma. Y sobre posibles refuerzos. Nada de Le Fée, por así decirlo, sino jugadores que se adapten al fútbol de Gasperini. Quien, obviamente, volverá a partir de ese 3-4-2-1 que es en cierto modo su sello personal. Gasp utiliza un centrocampista (actualmente Cristante) que retrocede para construir junto con el defensa central, con dos «centrales» de los tres que suben y se abren para crear amplitud, junto al otro centrocampista. Al mismo tiempo, los carrileros también suben, alineándose con los centrocampistas ofensivos para formar una línea de 4 detrás del delantero. De los centrocampistas ofensivos, uno se desplaza por la banda (podría ser Soulé) o varía, mientras que el otro se desplaza al centro (¿Dybala?).
Sin embargo, en la fase sin posesión, el marcaje individual se realiza en todo el campo. Por eso se necesitarán jugadores con velocidad y fuerza. A Gasperini le gustan los jugadores de la plantilla actual: Angeliño, N’Dicka, Svilar, Mancini, Koné, Pisilli, Celik y El Shaarawy (a quien lanzó al Genoa y pidió hace no mucho para la Atalanta) y también estaría encantado de confirmar a Saelemaekers. ¿Quiénes son los que están en riesgo? La mira está puesta en cuatro grandes nombres, jugadores que no parecen muy funcionales para su sistema: Pellegrini, Dovbyk, Paredes y Dybala (a quien Gasperini ya entreno en Palermo en 2012).
Paredes es demasiado estático para su mediocampo, Pellegrini y Dybala carecen del atletismo que exige a los centrocampistas ofensivos (ni siquiera para jugar en la fase defensiva), mientras que Dovbyk no juega como le gustaría. Pero quién sabe, quizá trabajando en Gasperini pueda solucionar también estos problemas. Entre sus protegidos, Gasperini podría haber fichado a Pasalic (quien tiene un ritmo de inserción preciso y una excelente gestión del balón), pero el croata está a punto de renovar con el Atalanta. Otro nombre que podría acabar en la agenda es el de Gosens, a quien Gasp ha creado y lanzado con eficacia, y que podría formar pareja por la izquierda con Angeliño.