Es cierto que nunca ha jugado en los partidos clave desde que llegó, pero nadie -en Trigoria y en la afición- puede decir que Gonzalo Villar no haya crecido notablemente. Fonseca también se alegrará de saber que en casi un año desde que está en la Roma, cuando fue titular, nunca el equipo vio la derrota: el balance total es de siete partidos (cinco en 2020-2021 más dos de enero de la temporada pasada), con seis ganados y un empate según los reportes de Forzaroma.info.
Una estadística que es un buen augurio para el partido de esta noche contra Young Boys, dado que un punto será suficiente para asegurar el primer lugar en el grupo.
El año pasado Villar arrancó desde el 1 ‘ante el Cagliari (victoria por 4-3 en el Sardegna Arena) y luego en el 3-1 de Turín en la última jornada ante la Juventus. Este año la cuenta ya es de cinco: los cuatro partidos de la Europa League (tres victorias y empate 0-0 con el CSKA Sofía) y el de la Liga con el Parma (3-0 en el Olimpico).
Casi de inmediato se sacudió el temor de pasar de la Serie B española a un club de prestigio como la Roma. Kolarov quería que lo llamara «señor», después de meses es uno de los más confiados incluso en los entrenamientos. Para la afición sus movimientos, con las debidas proporciones, recuerdan a los de Pizarro. Ha aprendido que el fútbol en Italia no es solo posesión de balón sino también una fase defensiva y por eso se ha centrado mucho en el trabajo físico para mejorar en interdicción.
La ubicación de Cristante en defensa durante esta emergencia y el «descenso» de Diawara han abierto las puertas a un papel protagónico. Ahora en jerarquías está detrás de los titulares Veretout y Pellegrini (que, sin embargo, no brilla como en el pasado) y la prueba llegó en Nápoles cuando ocupó el lugar del lesionado francés. Con el Young Boys volverá a ser su turno: hasta el momento ha jugado casi 500 minutos, esta noche se convertirán en casi el doble de los del año pasado desde su llegada a Italia (311).
Si lo hace bien, también podría volver a ser propuesto contra Sassuolo, especialmente si Veretout aún está fuera y la emergencia de la defensa sigue siendo relevante. Ya ha escalado jerarquías y ahora llega el último paso, el de convertirse siempre en un titular en potencia. Los números están de su lado.
