El amor entre la Roma y Florenzi acabó el pasado mes de enero, cuando los Giallorossi le mandaron cedido al Valencia porque no había sitio para él en el campo. Según cuenta Chiara Zucchelli en La Gazzetta dello Sport, cuando los caminos del lateral y los Giallorossi se volvieron a encontrar este verano, nunca existió la posibilidad de que Alessandro se quedara y se comenzara de cero, quedándose así en Trigoria.
El motivo, sin embargo, no fue la voluntad de Fonseca, que a diferencia del invierno pasado le habría gustado contar con él y le habría encontrado un hueco en su 3-4-2-1. Pero Florenzi creyó que su aventura con la Roma había terminado y por eso pidió que lo traspasaran. La oferta de un gran club como el PSG hizo el resto.