Un argentino espera ser titular, el otro está listo para el banco para apoyar a su equipo. Leandro Paredes y Paulo Dybala juntos en Bérgamo con diferentes tareas pero con el mismo objetivo: poder traer a casa una victoria que alimente el sueño de la Roma en la Champions League.
Para ello, como escribe Roberto Maida en Corriere dello Sport, Ranieri volverá a poder contar con Paredes en el centro del campo de la Roma, ante la ausencia de Pellegrini y un mediocampo en busca de calidad. Porque Koné está demostrando ser un excelente mediapunta pero más de agallas y dureza que de juego fino y de pies, por eso el técnico podría volver a moverlo al centro del campo.
Así lo espera Leandro, que lleva tres partidos siguiendo y animando a la Roma desde el banquillo, sin pisar ni un minuto el terreno de juego. Una anomalía que se creía vinculada a una bonificación inminente que se pagaría al Paris Saint Germain cuando Leo alcanzara su octogésima aparición en su segunda aventura Giallorossi. Rumores que fueron desmentidos por la Roma: ha jugado 79 partidos, pero la mayor parte del bonus ya ha sido pagado. En resumen, ningún caso, al menos en el mercado.
El nuevo rol de Dybala en la actual Roma
El capitán no viajó a Bérgamo para apoyar al equipo, como le hubiera gustado. Y como hizo Dybala, cada vez más protagonista en el vestuario en este nuevo rol de entrenador segundo. Si “Claudio es psicólogo”, como dijo La Joya en su última entrevista, entonces Paulo es el entrenador mental en contacto directo con el vestuario. Los consejos, los ánimos, el liderazgo en el vestuario: Dybala nunca ha dejado solo al grupo desde que se lesionó y se ha vuelto muy importante también fuera del campo.
