La diáspora de directivos en Trigoria continúa sin interrupción. El último en orden cronológico es Matteo Signorini, ahora ex jefe de desarrollo de asociaciones globales. Adiós al hombre llamado por los Friedkins para buscar nuevas alianzas (y acuerdos ventajosos para los gitanos) en todo el mundo cuenta este jueves el diario La Reppublica.
En los últimos días el directivo había presentado su dimisión y se trasladará al Milan a partir del 1 de febrero. La Roma pierde así otra figura destacada dentro de su organigrama, en un sector estratégico como el de los patrocinios. La salida de Signorini va de la mano con la suspensión el pasado mes de julio (que luego se convirtió en despido por justa causa) de Michael Wandell, ex director comercial y de marca, apartado de Trigoria porque era culpable, según los Friedkins, de haber autorizado la producción de la sudadera de la Roma celeste, luego retirada del mercado entre las burlas por los parciales de la Lazio. Dos duras bajas en dos sectores estratégicos como el marketing y los patrocinios, es decir, las principales fuentes de ingresos de un club de fútbol fuera del ámbito deportivo (mercado, derechos de televisión y taquilla).
Pero lo que hace ruido, más que la natural rotación corporativa, es la decisión de los Friedkins de no sustituir a todos los directivos que, por una razón u otra, han abandonado Trigoria. Empezando por el de CEO, un puesto que estaba vacante desde el pasado mes de septiembre tras la dimisión de Lina Souloukou.
El nombre de Alessandro Antonello circula desde hace meses en los pasillos de Trigoria, pero todavía no se habla de roles oficiales. Brechas que se hacen evidentes cuando hablamos de patrocinios. La Roma es el único club de la Serie A que se queda sin director comercial. El último, y único, acuerdo comercial cerrado en los últimos seis meses es con Tim, que se ha convertido en el patrocinador de la camiseta del primer equipo femenino y de todos los equipos juveniles.
