La Roma está a punto de vivir una transformación significativa en la próxima ventana de fichajes invernal. Los Friedkin, propietarios del club, han tomado una decisión contundente: la próxima sesión de mercado deberá cambiar radicalmente el rostro del equipo. Nadie tiene asegurado su puesto, y el rendimiento mostrado recientemente ha dejado mucho que desear.
El punto de inflexión fue el partido contra el Como, cuya actuación fue calificada como se diría en italiano, “inguardabile”. Ante esta situación, la directiva considera que la única forma de darle un nuevo aire al equipo es a través de una revolución en la plantilla. Una misión nada fácil para Florent Ghisolfi, director deportivo del club, quien está decidido a satisfacer las exigencias del técnico Claudio Ranieri.
Entre los nombres que podrían salir del equipo destaca el de Lorenzo Pellegrini. El capitán de la Roma atraviesa el peor momento de su carrera desde que vistió por primera vez la camiseta giallorossa. A pesar de su actuación destacada contra el Braga, las críticas no han cesado. Su contrato vence en 2026, pero desde Trigoria no han mostrado intención de renovar su vínculo.
Su agente ya habría empezado a explorar opciones en otros clubes italianos, como apunta La Republicca, ofreciéndolo tanto al Inter como al Napoli. Sin embargo, el salario de 5 millones de euros anuales representa un obstáculo importante para concretar un traspaso. Además, hay rumores sobre un posible destino en Turquía, específicamente el Galatasaray. Estambul se ha convertido en un puerto seguro para jugadores que buscan relanzar su carrera, como ha ocurrido con Nicolò Zaniolo, Mauro Icardi y Victor Osimhen. Ahora, podría ser el turno de Pellegrini.
La revolución en la Roma promete ser un episodio crucial para definir el futuro inmediato del club. Los próximos movimientos en el mercado dictarán si el equipo puede recuperar su competitividad o si, por el contrario, continuará enfrentando momentos de incertidumbre.