Un contrato que vence dentro de dieciocho meses y ninguna cita para discutir la renovación. A esto se suma la crisis que vive Lorenzo Pellegrini, sus actuaciones negativas en los primeros meses de temporada, los banquillos con Ranieri y la tensa relación con la afición. Si no fuera Pellegrini, capitán, hincha de la Roma y Romano, su vinculación con la Roma habría estado en los titulares durante algún tiempo. Eso sí, no hay que omitir esa cualidad que ha demostrado a lo largo de los años, aunque nunca con continuidad, pero que ahora no consigue salvarle de una crisis emocional que le ha relegado fuera de los terrenos de juego, a la espera de recuperar su sonrisa y su condición.
En definitiva, Roma y Pellegrini casi han llegado a la fatídica encrucijada, la que decretará el final o no de la aventura de Lorenzo en la capital cuenta este jueves el Corriere dello Sport. Al inicio del camino que le aleja de Trigoria le acerca al Galatasaray, club que ya ha pedido información y estaría encantado de reservarle al chico un billete para Estambul. Como habían intentado hacer también en verano. Es una especie de equipo de recuperación de jugadores que tienen que reencontrarse: Icardi, Torreira y Mertens, que se quedaron allí, luego Zaniolo, Zaha y Ndombélé, cedidos el año pasado, y finalmente Gabriel Sara y Oshimen que ahora están encontrando su lugar. Nos esperan brillo y nuevos escenarios de mercado. En agosto, Zalewski también estuvo a un paso del club turco, ahora Pellegrini vuelve a ser el objetivo a revitalizar en el fútbol para conseguir un nuevo acuerdo económico y deportivo. La propuesta turca no se ha formalizado pero en este momento es más bien una declaración de intenciones a la Roma, de serie: si está pensando en separarse de Pellegrini en enero, nos interesa hablar de ello. Por supuesto, aún está por verse en qué condiciones.
¿En préstamo? ¿Salida permanentemente? Esto se verá cuando las partes lleguen a ese punto de la historia. Lo cierto es que el Galatasaray se ha puesto en contacto con el club y con el entorno del jugador (el club está dispuesto a cubrir la totalidad del salario de 6 millones), y ahora está a la espera de la evolución de una situación que inevitablemente está causando sensación en Italia y también en Europa. Ranieri volvió a subrayar ayer lo delicado del momento, hablando tanto de la cuestión de Pellegrini ligada al campo como de su futuro: «Hablé con él desde un punto de vista privado, no desde un punto de vista contractual y no saber lo que quiere hacer en el futuro. Es un chico que se lo merece, lo vi más sereno durante los entrenamientos, eso es lo más importante. Está entrenando bien, está empezando a marcar goles, incluso en los entrenamientos, pero le ayuda a volver a su calibre, lo cual es muy destacable». El partido de este jueves, de confirmarse, será el cuarto consecutivo en el banquillo sin siquiera entrar al terreno de juego durante el partido. No juega los noventa minutos desde el 7 de noviembre, hace un mes, y su regreso todavía parece un interrogante.
Y las palabras de Ranieri – como entrenador y como directivo – naturalmente prevalecen, tanto sobre su condición («está empezando a coger el gol en los entrenamientos») como sobre el futuro («No sé lo que quiere hacer» ). Una señal de que nadie descarta una despedida, ni siquiera Lorenzo, que se había cuestionado públicamente tras la derrota por 5-1 ante la Fiorentina: «Si yo fuera el problema, levantaría la mano y me iría». El paso atrás para la Roma, un amor por el que luchó y que siempre ha intentado defender. A veces, sin embargo, sentir no es suficiente, hasta Lorenzo lo sabe. A veces un adiós es casi inevitable para sentirnos mejor y reencontrarnos.
