Queda menos de un mes hasta la ventana de transferencias de enero. Una ventana históricamente definida como la de «reparación» pero que esta temporada para la Roma debe representar el inicio de un proceso de revolución que se perdió el verano pasado pero que hoy es aún más necesario cuenta el diario Il Tempo.
Son tres los roles desde los que partirán las maniobras de entrada: atacante, lateral derecho y defensa central. Mucho dependerá de las salidas que podrían cambiar las prioridades. El primero de los insatisfechos es sin duda Le Fée: cero minutos con Ranieri y un tiempo de juego generalmente decepcionante en comparación con las expectativas de un verano como protagonista. El centrocampista llevado por Ghisolfi a la capital aún podría tener mercado en su tierra pero será difícil situarlo en las mismas cifras que en julio, la opción de cesión permanece.
Zalewski no ha renovado y la opción más probable es que se vaya libre pero el club intentará intentar colocarle. Además de la opción Luiz Felipe, propuesta tras su salida del Al Ittihad, el director deportivo giallorossi busca un lateral para poner a las ordenes de Ranieri y la atención del francés está puesta en Devyne Rensch del Ajax.