Uno que sube y otro que baja, la sonrisa plena y espontánea de Niccolò Pisilli y la extrañada de Lorenzo Pellegrini. En una Roma que sale de la zona de peligro y disfruta de la victoria por 4-1 sobre el Lecce, escribe Francesco Balzani en Leggo, hay dos caras opuestas en Trigoria.
El primero es el del joven de 20 años de Casal Palocco que también se gano el puesto con Ranieri tras triunfar con Mourinho, De Rossi, Juric y Spalletti. Su entrada al campo el sábado por la tarde cambió el partido, como explicó el propio Ranieri: «Es un centrocampista muy fuerte, lo extrañé contra el Atalanta. Cuando entró, nos enfrentamos y el Lecce paró«.
Definitivamente todo lo contrario en este momento para Pellegrini de Cinecittà, que fue excluido del once titular por tercera vez consecutiva: algo que no ocurría desde hacía 7 años y ahora el capitán ya no parece formar parte de los planes técnicos de la Roma. Su contrato, de hecho, expira en 2027 y no hay señales de renovación. La Roma le habría dicho más o menos directamente que pensara en buscarse un nuevo equipo ya a partir del mes de ene enero. A Pellegrini le gustaría quedarse, pero de momento no encuentra muchas opciones.
Como ya se ha dicho las tres últimas exclusiones son emblemáticas, como también lo son los discursos de Ranieri, que lo respeta pero sabe que también puede prescindir de él. Pero ¿a dónde puede ir Pellegrini? En Italia, pocos pueden permitirse un salario de casi 6 millones. Así que Lorenzo debería bajar sus exigencias o quedarse en Roma esperando que algo cambie.
