El ex de los giallorossi, Francesco «Ciccio» Graziani concedió una entrevista a Diretta News, hablando de la enfermedad que sufrió Bove la semana pasada y de la temporada de la Roma. Aquí están sus palabras:
Es difícil no empezar con Edoardo Bove y su enfermedad: ¿qué sintió? «Tanta emoción, tanto miedo, incluso las imágenes que viví con Giancarlo Antognoni volvieron a mí. Estaba en el campo en ese momento y, por eso, reviví una pesadilla. Afortunadamente, ahora las noticias sobre la salud del muchacho son buenas: está fuera de peligro de su vida y esto ya es el milagro más lindo entonces, por lo que dicen, tendrán que ponerle un desfibrilador y, si eso sucede, ya no podrá jugar al fútbol. Italia.»
¿Cómo puede su Roma salvar la temporada? ¿Cree que Ranieri conseguirá que todos estén de acuerdo? «Si llegan los resultados, sí, de lo contrario Ranieri también estará involucrado, el fútbol se compone de resultados. Ahora la Roma tiene una oportunidad importante porque está jugando partidos de supervivencia. Como hoy la Roma juega para evitar el descenso, su posición en la clasificación es es decir, en plena zona de descenso, tras el partido con el Lecce va a Como en otro choque por la salvación y, posteriormente, recibe en casa al Parma que es otro enfrentamiento del choque por la salvación, pero se hace menos y la situación sigue siendo exactamente la actual, lo que significa que el tratamiento con Ranieri tampoco funcionó».
¿Era correcto confiar en un interino hasta el final de la temporada o era mejor empezar inmediatamente un proyecto a largo plazo? «Absolutamente sí. En realidad, habría traído de vuelta a De Rossi, pero no hay mejor persona que Ranieri para gestionar el club y el equipo».
Han pasado varias semanas: ¿qué opina del despido de De Rossi? «Se apresuraron mucho, un club amateur porque no se puede renovar el contrato de un entrenador con tres meses de antelación durante tres años y luego, después de cuatro partidos que salieron mal, lo mandas a casa. Es una contradicción, pero el dinero está ahí, hacen lo que quieren, pero los están regalando. De momento, el verdadero problema de la Roma, más que la situación del ranking, es que no hay directiva, padre e hijo, no sabemos dónde están y tenemos un director deportivo que sólo habla francés y de vez en cuando menciona algo en italiano. Las cosas no podrían haber ido peor».
Roma-Lecce en 1986 que le costó el scudetto y Roma-Liverpool en 1984 que le costó la Copa de Europa. ¿Fue más dolorosa la derrota ante el Lecce o la de la final contra los Reds? «Todas las derrotas son dolorosas. Está claro que la de la Copa de Campeones duele… La derrota contra el Lecce podría estar ahí, no es la primera vez que sucede que un gran club pierde contra un equipo que desciende, pero cuando se pierde un Copa de la Liga de Campeones y encima fallas el penalti, está claro que el arrepentimiento es mucho mayor».
¿Cómo se explica que dos de las derrotas más dolorosas de la historia de la Roma se produjeran en el Olímpico? ¿La presión es diferente a la de otros lugares? «No, no. Es fantástico jugar en Roma, hay un cariño, un entusiasmo increíble y la afición de la Roma es gente que muchas veces sólo te acusa si no te comprometes, sino todos te aceptan. La afición es muy servicial. «
